viernes, 7 de junio de 2013

Despues del Black Cadillac

Todo comenzaba como cada mañana, allí estaba sentada ella con su vestido verde oscuro, sus uñas rosa pastel a juego con sus tacones y sus lentes de sol que enmarcaban su rostro junto con los rizos dorados que le caían a los lados.

Pidió un doble descafeinado a la muchacha que pasaba para tomar su orden, ella siempre se sentaba en la esquina del café con asientos de cuero rojo algo desgastados y la típica mesa de madera, cada mañana antes de irse a trabajar.

Miro su reflejo en el vidrio después se percato que al otro lado de la calle estaba una pareja y expreso una sonrisa de rojo carmesí, miro directamente a la chica morena sonriendole a su chico y luego se besaron, que conmovedor momento.

La mesera le trajo su café y ella lo agarro, enderezo su postura y cruzo sus piernas, se volvió a asomar por la ventana, la chica se había ido hace rato, aquella escena le parecía tan conocida. Volvió a concentrarse en su café, no es de su interés meterse en asuntos ajenos a no ser que la llamen.

Luego de unos minutos entro un chico alto, cabello marrón y camisa a cuadros, era el mismo que había estado hace unos momentos con la chica al otro lado de la calle. Esta vez el chico iba acompañado por una chica, no era la que había besado hace unos minutos.

La chica peliroja y alegre paso hasta el fondo agarrada de la mano de ese chico, se sentaron una mesa al lado de de ella, trato de no hacerles caso, cosa que fue casi imposible por que eran un espectáculo total.

Miro de nuevo por la ventana y le vinieron recuerdos del pasado, borrosos pero aun seguían ahí.
Termino su café y dejo el dinero en la mesa, mientras que la mesera estaba pendiente de la propina y se acerco rápidamente.

Por la radio comenzó a sonar una canción, apenas escucho la primera melodía la reconoció, tal vez estaba pensando "que acertadas son las historias de algunas canciones".

Ella paso por al lado de la pareja, miro de reojo al chico, otro mas que jugaba a la partida doble o triple, quien sabe. La dama salio del café y se dirigió hacia su auto, se detuvo unos metros antes al observar de nuevo a la chica morena, se acercaba a la ventana del café, veía sus lagrimas asomarse, trataba de ocultarlas pero le era imposible, luego su expresión se endureció.

El vestido verde oscuro ondeaba mientras ella se dirigía a su carro, que situación tan parecida, un rostro desdibujado, una mujer rubia, personas vestidas de negro, rosas blancas... Todo pasaba por su mente. La canción que sonaba en la cafetería comenzó a sonar mas fuerte en su cabeza, ella levanto la comisura de su labio, sonreía tranquila, tal vez seria cierto decir en un momento como aquel que algunas canciones cuentan exactamente tu vida.

Abrió la puerta de su Cadillac negro, elegante como siempre, todo parecía fríamente calculado antes de que pasara. Observo una ultima vez a la chica con el corazón roto, reconoció esa mirada, juró que nunca lo perdonaría. Acelero y el Cadillac negro se perdió de vista por la carretera con el sol en lo mas alto del cielo.